Aquí nos muestra que existen conductos transparente en nuestro espacio-tiempo que nos hacen flotar en el infinito vacío. Vamos a transportarnos calles dónde no huelan a asfalto, el aire contaminado no es absorbido y dónde la gravedad ha perdido toda credibilidad.

Somos seres extraños y ajenos al planeta tierra, flotamos entre las calles y el micro-entorno cósmico de ladrillos, asfalto, farolas...
Y así es como Jeremy Geddes ve nuestro catastrófico futuro.. de la mano de unos cuantos astronautas.